La forma extendida de agrupar los géneros pornográficos es de menos a más explícito (ya sean las posturas de pose o las acciones representadas). De esta manera estarían:
Soft-core: Es el género pornográfico en el que las escenas de sexo no se muestran de forma explícita. En el cine y la televisión, en particular, no incluye primeros planos de genitales (masculinos ni femeninos) y tampoco muestra en detalle penetraciones y felaciones. Los actores o modelos suelen tapar una parte de sus cuerpos. Los hombres no enseñan penes ni testículos; en el caso de las mujeres, se admite el desnudo de cuerpo entero, con lo que sólo quedaría fuera una exposición frontal de vagina o ano.
Médium-core: pornografía convencional Es aquella donde los modelos
enseñan la totalidad del cuerpo en posturas más o menos provocativas.
Las famosas revistas Playboy o Penthouse son quizá los ejemplos más
conocidos de este tipo de pornografía. Pese a existir clasificaciones que las
colocan en el apartado anterior.
Hard-core: Es el género pornográfico más extremo, pues muestra
explícitamente el acto sexual, ya sea vaginal, anal u oral, o con aparatos o
cualquier otro tipo de utensilios.
Este tipo de pornografía se subdivide según la orientación sexual:
heterosexual, homosexual (masculino o femenino) y bisexual. Las primeras
películas pornográficas y la gran mayoría de las películas actuales son
heterosexuales; las películas gays son las segundas más vendidas y
producidas.