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POSICIONES SEXUALES Y MAYOR CONTROL EYACULATORIO Parte FINAL

POR DETRÁS

El furor salvaje o a lo perrito

Esta posición es apasionada y salvaje. Ambos en cuatro patas, concentra una cantidad de ventajas que pocas posturas tienen: la comodidad del hombre para tocar el clítoris o el ano de su compañera, la variedad de movimientos que permite, la posibilidad de que la mujer tome con una mano los testículos del hombre y la facilidad para intercalar sexo anal y vaginal. Es la posición más natural en el mamífero, de ahí esta connotación bestial que a veces se le asigna. Esta posición puede utilizarse de manera preferencial en personas obesas o en la mujer embarazada
Además, la posición permite al pene “atraparse” entre los glúteos, lo cual suele ser muy excitante para el hombre. En pocas palabras, el encuentro sexual que incluye esta postura suele ser salvaje y hacer furor entre sus protagonistas.

El tornillo

Nada más recomendable para una mujer con dificultades para llegar al
orgasmo que las posturas que presionan el clítoris mientras la vagina es
penetrada. En “El tornillo” esto se cumple a rajatabla. Ella se acuesta en el
borde de la cama y tiende sus piernas flexionadas a un costado de su cuerpo (cada mujer sabrá cuál de los dos lados le resulta más confortable).
Esto permite mantener el clítoris atrapado entre sus mejores aliados para llegar al preciado orgasmo: los labios vaginales. La mujer puede contraer y relajar toda la zona, mientras él la penetra arrodillado frente a ella y tocando sus pechos.

Variante de: La doma

La mujer también puede “domar” a su potro colocándose de espaldas a él y
marcando el ritmo apoyando sus pies en el piso. Él, a su vez, puede tocar sus pechos, besar su cuello y tirar del cabello de su compañera mientras ella se mueve. El ángulo de visión que ofrece esta variante es uno de los más excitantes para el hombre, ya que permite ver en primer plano cada embestida que realiza su compañera.

DE LADO

El molde

Con las piernas juntas y recogidas (para que presionen bien al pene), la mujer se tiende de costado y relaja su cabeza hacia atrás mientras él la penetra, ya sea por la vagina o por el ano (excelente posición para sexo anal) Los movimientos deben ser suaves y coordinados y la penetración lenta y profunda: ambos cuerpos se amoldan como dos piezas perfectas de un rompecabezas… “El molde” es ideal para mujeres que tienen problemas en alcanzar el orgasmo y/o gustan de causar la fricción del clítoris durante el coito: las piernas juntas logran este efecto tan placentero.

La libélula

Ambos tendidos de costado, en un lugar cómodo y flexible, como la cama. Ella de espaldas a él, los cuerpos amoldados… En un alarde de destreza, la mujer pasa su pierna externa flexionada abriendo la puerta al placer: el hombre la penetra haciendo palanca con la pierna de ella, que se apoya en la cadera de él.
La penetración llega hasta la mitad del camino, por lo que el goce viene de la mano del deseo de que se haga profunda y estalle en el orgasmo más
excitante…

La somnolienta

La mujer se tiende de costado y el hombre se ubica en su espalda para
penetrarla. Ella estira una pierna hacia atrás y la enrosca en la cintura de él.
Ideal para hombres dotados y mujeres flexibles, “la somnolienta” cumple varios anhelos de las mentes fantasiosas: en primer lugar, que ella esté de espaldas a él, y al mismo tiempo acceda a su rostro y cuello.
Además, que él tenga cómodo acceso al clítoris y los pechos de su compañera.
La apertura de la pierna posterior de ella para recibir al pene y el abrazo de esa misma pierna alrededor del compañero es quizás lo más sexy de esta postura.